La principal diferencia entre las espinillas y los puntos negros se encuentra en el hecho de que el poro esté abierto o cerrado. Si los poros están abiertos, el tapón de sebo y células cutáneas se oxida debido a que está en contacto con el oxígeno del aire, lo que hace que se vuelva negro.
Los puntos negros no están provocados por la suciedad. Por lo tanto, exfoliarte la cara de manera obsesiva no es una forma inteligente de librarte de tus puntos negros, sino de empeorar la situación. Acabarás secando la piel, lo que hará que se genere más aceite para compensar el que eliminaste.
Materiales:
2-3 cubitos de hielo
2 cucharadas de pasta de dientes mentolada
1 cucharada de sal
Instrucciones:
Mezcla 2 cucharadas de pasta de dientes mentolada y 1 cucharada de sal usando un bol, hasta que se forme una pasta.
Aplícala en las zonas donde puedan verse puntos negros, como la nariz.
Masajéate la nariz con agua usando un movimiento circular.
Una vez que la zona esté limpia, puedes frotarla con cubitos de hielo.
¿Cómo funciona?
La sal es conocida por funcionar como un potente ingrediente antibacteriano que ayuda a exfoliar la piel sin disolverse en la mezcla.
Nota: vas a notar que tu nariz se enrojece, pero volverá inmediatamente a la normalidad. Las personas con la piel seca pueden probar a usar un hidratante después de este tratamiento.
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